Se trata de una de las Siete Villas de Los Pedroches y ya era asentamiento en la Baja Edad Media. Torrecampo, pueblo ganadero, cuenta con blancas y recogidas calles que invitan a no romper el silencio. La Casa Museo de La Posada del Moro cuenta con una colección de herramientas, enseres, esculturas y otros vestigios arqueológicos que ayudan a recorrer la historia del municipio y de Los Pedroches.
Debe a su posición geográfica buena parte del protagonismo del que gozó durante siglos al ser paso obligado del camino real que unía Córdoba con la corte. Esto explica la presencia de Santa María de Gracia, que para muchos estudiosos fue una antigua sinagoga que prestaba auxilio espiritual a los judíos que recorrían dicho camino.
La patrona de Torrecampo es la Virgen de Veredas, en cuyo honor se celebra en primavera una multitudinaria romería marcada por una gastronomía popular con platos como las cachorreñas, las migas abajás y la melocotonada. Su ermita cuenta con una estructura en torno a una sola nave edificada con arcos fajones y una portada sencilla, con un arco de medio punto precedido de un pórtico con columas de granito.
Otro de los edificios más singulares es la Iglesia Parroquial de San Sebastián, uno de los templos más antiguos de la zona que guarda documentación desde el año 1550 en su archivo. Hay que destacar la pila bautismal gallonada, que sigue los esquemas habituales del norte de la provincia de Córdoba.