Lo que fue una antigua venta del camino de Córdoba a Toledo, situada en el corazón de un parque natural único donde es posible perderse entre el cauce del río Yeguas, se convirtió en Cardeña. Cuenta con uno de los ecosistemas mejor conservados de Sierra Morena que, entre alcornoques y quejigo, esconde lobos y linces. Allí encontramos la Aldea del Cerezo, un lugar clave del turismo rural, marcada por sus casitas de piedra.
Cardeña, que cuenta con dos pequeñas aldeas de blancas calles como son Azuel y la Venta del Charco, es conocida dentro y fuera de España por su gran riqueza cinegética y por una gastronomía muy marcada por la caza. Y todo ello estando rodeada por la majestuosidad de ese arriate de infinitos aromas que es el Parque Natural de Cardeña-Montoro, declarado como tal en el año 1989 y que tiene en su interior la principal reserva de lince ibérico de la península ibérica.
A lo largo de los siglos, por estar situada en el camino que unía dos importantes ciudades como Córdoba y Toledo, gozó de diversos patrimonios reales. Cardeña, que se independizó de Montoro en 1930, tiene su principal atractivo en el paisaje de dehesa y bosque mediterráneo que le rodean, algo que convierten al municipio en uno de los grandes bastiones del turismo rural en Los Pedroches.
En cuanto a la arquitectura popular, Cardeña cuenta con un gran número de ejemplos de las prácticas constructivas tradicionales que, debido a su ubicación geográfica, proporciona vistas panorámicas espectaculares de toda Sierra Morena.